Querida madre, espero que estés muy bien. Te escribo esta carta porque en el Britán me han sugerido que podría ser una buena terapia. Desde que morí y llegué a este mundo, todo ha sido completamente nuevo. Conocí a personas maravillosas, desde marineros aventureros con historias increíbles, hasta personas normales como tú y yo, otros de pocos recursos, pero igual de maravillosos. Claro, aquí ya no importa si tuviste dinero o no mientras vivías, pero supongo que en el fondo aún nos sentimos diferentes porque aquí cada quien sabe dónde pertenece, como suelen decir algunos, solo que yo aún no lo sé. He hecho muy buenos amigos, como los chicos del Centro de Ayuda Especial Britán, aunque a ellos les gusta más llamarlo «Cae Britán» o solo Britán. También he conocido gente mala como aquella señora, Amber, que trata feo a sus hijos Oliv y Frank. Ellos tampoco son tan buenas personas porque la desobedecen mucho, y usan nombres feos para hablar de ella, así que no estoy muy seguro si eso de alguna forma equilibra la balanza, como decía a veces padre. Pero a pesar de todo, ellos son muy inteligentes. Siempre están inventando cosas divertidas para entretenernos a todos los niños de aquí.
Estoy llevando la cuenta de los días como me enseñó padre, aunque estoy bastante seguro de que el tiempo aquí pasa más lento, y por eso sé qué han pasado más o menos dos años, pero yo sigo teniendo 11. Todos seguimos teniendo la edad que teníamos cuando morimos, incluso los adultos, aunque ellos olvidan las cosas más rápido. Algunos incluso han llegado a olvidar sus vidas, a algunos niños también les ha pasado, y aunque siento que también he olvidado un par de cosas, aún te recuerdo.
Pienso en ti y en padre todos los días. Los extraño mucho. Creo que voy a estar escribiéndote seguido. Annie, una de las chicas del Britán, me dijo que lo hiciera cada vez que te extrañara, lo cual es casi siempre. Bob me ha dicho que hay una opción cuando me sienta muy triste, pero Annie dice que trate de no caer en eso. Bob trabaja en el Bar Olán, que es algo así como el barco hermano del Britán o lo eran en vida porque aquí la verdad no tienen mucho en común. Y tampoco es realmente un bar, aquí no hay nada de comer ni beber porque ya no lo necesitamos, pero es lo más parecido a uno, todos lo llaman así.
Annie cree que Bob no me dará nada que en realidad me ayude, por más que lo
disfrute. Ella me recuerda a ti, por eso le hago caso.
Espero que estés viviendo tu vida bien. Algunos me han dicho que no todos los que mueren llegan aquí, que solo lo hacemos los que morimos estando en agua, pero yo morí en un barco, no sé si eso vale, y de alguna extraña forma que no entiendo muy bien, sé que tú aún estás viva, espero que estés bien. Sé que esto puede sonar feo, pero espero que pronto llegue alguien que te conozca y pueda decirme que de verdad estás bien. Te quiero mucho y te extraño. Tu hijo, James.
Querida madre, ¿recuerdas que te conté sobre una señora, Amber, que trataba mal a sus hijos? Hoy desaparecieron. A veces las personas aquí desaparecen de repente, sin dejar rastros. Nadie sabe realmente porqué pasa eso, algunos dicen que significa que ya murieron definitivamente, como que se les venció el tiempo en este mundo también, pero he conocido gente con más tiempo aquí que aún están tranquilos.
Bob dice que es raro que no desaparecieron en el Titán, un hotel muy popular donde más desaparecen las personas y las cosas, pero a pesar de eso es muy concurrido. Por cierto, ese es el otro hermano del Britán y del Olán, me contaron que en vida fueron tres enormes barcos que pertenecían al mismo dueño, pero todos terminaron bajo el agua, y el que tiene la peor historia es el Titán. Supongo que por eso tiene las peores historias aquí también. Algunos chicos se retan entre ellos a dormir o al menos permanecer allí una noche entera, es muy difícil llevar la cuenta porque las noches y los días son muy parecidos, pero hay quienes desaparecieron sin estar allí como Amber y sus hijos. Algunos dicen que estaba peleando con ellos, como siempre, porque escuchaban sus gritos, de repente dejaron de hacerlo.
Poco después, unos niños querían ver uno de los inventos de los chicos, pero cuando fueron a buscarlos vieron que no había nadie en el barco donde vivían. También dicen que no había un desastre tan grande como el que se imaginaron los que escucharon la pelea desde afuera. No sé si estaban exagerando, pero dicen que escucharon muchas veces el ruido de cosas rompiéndose esa noche, al final solo encontraron un par de vidrios en el piso, y de hecho uno de los inventos que Oliv y Frank usaron esa tarde estaba a la mitad del barco donde vivían, no exactamente roto sino más bien como si le hubiesen quitado piezas… sin desarmarlo.
Pero como aquí las cosas raras son normales, no me extraña que ya muchos lo hayan olvidado porque de lo único que hablaban todos hoy era de la gran pelea entre Moño Gris y Mano Torcida en el Circo de los Peces; un sitio de peleas al pasar la neblina de azul a blanca, que para algunos es algo así como los atardeceres o los amaneceres en el mundo terrenal.
Yo sí extraño un poco a Oliv y Frank. Sus cosas a veces no funcionaban, pero era divertido verlos intentarlo una y otra vez hasta que funcionaban, y luego pasaban a otra. Eran algo así como mis únicos amigos, si no contamos a los del Britán, que son más como mis tutores. Sí, comparto con otros niños de vez en cuando, pero con ellos era con quienes hablaba más, aunque tampoco era mucho. Sin embargo, la señora Amber era mala con ellos y con todos nosotros, creo que por eso ellos también eran malos con ella. Nunca los vi tratar mal a ninguno de los otros niños, tampoco me trataron mal a mí, pero la señora Amber sí nos gritaba mucho, una vez incluso nos arrojó una vieja lámpara que no golpeó a nadie solo porque se desvaneció entre una densa neblina blanca justo frente a nuestros ojos, todos corrimos porque no queríamos desvanecernos también, hasta ese día no me creía esas historias de que a veces las cosas desaparecen, algunos dicen que les pareció ver ese tipo de niebla encima de la casa cuando se asomaban al dejar de escuchar la pelea. Algo en esa señora era un poco extraño.
No sé decir qué exactamente, pero nos hacía sentir tristes y molestos a la vez, a veces un tanto incómodos. Muchos se alegran porque al fin se fue, creo que de algún modo yo también lo hago. También te extraño, quisiera saber que estás bien, pero no he visto a nadie conocido aún. Te quiero mucho, te mando un fuerte abrazo. Tu hijo, James.
Querida madre, hoy me pasó algo superraro. Iba de camino a la biblioteca a ver si últimamente ha aparecido algún libro nuevo, ya los he leído casi todos, igual no son muchos, cuando me pareció ver con el rabillo del ojo a la señora Amber. Sin embargo, al fijarme de nuevo, vi que era otra señora, una a la que nunca antes había visto. No pude hablarle porque iba caminando muy rápido y se perdió entre los demás. Me pareció raro, sobre todo porque recuerdo claramente que Amber llevaba el cabello corto, tan oscuro como me imagino que era su alma, esta señora nueva lo llevaba tan dorado como el oro, un poco más largo. Sus ojos también son diferentes, los de Amber eran entre ámbar y marrones, mientras que los de esta señora son azules. Un par de niños mucho más jóvenes que Frank y Oliv también iban con ella, supongo que eran sus hijos porque el más pequeño se distrajo con algo, se tropezó y cayó. De haber sido Oliv, no dudo que Frank se habría reído primero, quizás lo habría ayudado luego, pero el otro chico lo ayudó a levantarse sin mostrar ninguna señal de burla, ambos, madre y hermano mayor, se aseguraron de que estuviera bien, luego continuaron su camino sin más.
Fue una linda escena, me hizo pensar en ti. Y también pienso que fue muy raro haber visto la cara de la señora Amber al principio cuando realmente no se parecen en nada. Por otra parte, he estado conversando un poco con otros niños. Algunos dicen que mi forma de hablar es graciosa, otros dicen que parezco un adulto en el cuerpo de un niño. Supongo que es por haber estado siempre rodeado de los amigos de padre, por la educación que ambos me dieron. Me causa gracia como a veces no entienden del todo lo que les digo, pero aun así me escuchan. Eso se siente bien. Annie está muy feliz desde que le conté que fui al anfiteatro con ellos, me dijo que dentro de nada voy a dejar de visitarla a ella por tener amigos nuevos, pero yo no lo creo. Hablar con ella es como hablar contigo y no quiero renunciar a eso. Como siempre, te extraño, espero que lo estés pasando lo mejor posible. Aún espero noticias de ti, pero también espero que vivas una vida larga y plena. Te amo mucho, madre. Tu hijo, James.
Querida madre, hablé un poco con la señora nueva. Me dijo que se llama Beth, pero no recuerda muchas cosas de su vida. Sus niños al parecer recuerdan un poco más, pero tampoco me contaron mucho, solo que el día que llegaron escucharon algo sobre una muy esperada pelea, pero que no fueron porque no les gustan esas cosas, en su lugar fueron a ver una presentación en el anfiteatro. No sabía que ese día había gente en otros lugares además del Circo de los Peces porque, si les entendí bien, es la pelea de Moño Gris contra Mano Torcida. Ninguna otra pelea ha sido realmente relevante en estos últimos meses.
La señora Beth es bastante agradable. En el rato que estuvimos hablando acarició mi rostro unas cinco veces y me llamó «cielo» otras tres. No me lo dijo propiamente, pero cuando le dije mi nombre, vi en su mirada que ya lo sabía. De alguna extraña forma que la verdad aún no entiendo. Como te dije, no recuerda mucho sobre su vida, pero sí sabe que su esposo murió cuando Neo, el menor, tenía poco de haber nacido. Ella y Paul, que es seis años mayor que Neo, lo han estado cuidando desde entonces. Viajaban seguido, pero siempre regresaban a casa. No supieron decirme exactamente dónde vivían, pero al parecer es en uno de los pueblos cercanos al nuestro, al parecer no están seguros de cómo murieron.
La señora Beth me dijo que le gustó hablar conmigo, quiere que lo hagamos más seguido. Yo también disfruté mucho hablando con ella, aunque me sentí un poco raro en un par de oportunidades que la sentí diferente, como si estuviera distraída con sus pensamientos, quisiera pretender que no es así, pero de igual forma me doy cuenta. En el fondo, me parece extrañamente familiar a pesar de que sé a la perfección que nunca antes la había visto.
Los chicos también me cayeron muy bien, creo que yo igual a ellos. Me invitaron a su barco mañana para mostrarme un juego que inventaron cuando estaban vivos, dicen que es lo que los ha mantenido entretenidos desde que llegaron aquí, pero que llega a ser aburrido solo con dos personas. Dado que no tengo nada más que hacer y tomando en cuenta que de verdad me caen muy bien, voy a tomarles la palabra. Espero que también hayas logrado hacer nuevas amigas. Las que tenías no me caían bien, apretaban mucho mis mejillas y te lastimaban con algunas cosas que decían, yo podía verlo. También espero que ver a otros niños no te haga sentir ese nudo en la barriga que sentía yo al ver a algunas madres. Ya no me pasa, pero te sigo extrañando tanto como el primer día de mi muerte o incluso más. Te quiero mucho, mami. Tu hijo, James.
Querida madre, están pasando algunas cosas raras. Para comenzar, me ha pasado un par de veces que veo a la señora Beth, me parece ver a Amber de nuevo, tal como el primer día que la vi en el centro. No les he contado eso ni a ella ni a los chicos, pero sé que ella ha notado que a veces la observo más de lo debido, sin querer. Y a veces ella hace lo mismo conmigo, siento que me observa, cuando volteo a verla, ella también voltea e intenta aparentar que hacía otra cosa. Lo otro que me parece raro es que su cabello se ha oscurecido un poco. No lo noté al principio, pero ya no está tan dorado como antes, está más bien marrón claro. Recuerdo que cuando estaba vivo, el cabello de las personas mayores se volvía más claro, perdía color, pero con la señora Beth es al revés.
No sé si sea algún efecto raro de este mundo, aunque en el tiempo que tengo aquí, esta es la primera vez que veo eso, el cabello de las personas aquí siempre permanece igual, lo único que hace es crecer pero más lento que en vida. Sus ojos también se están volviendo un poco más oscuros, pero esos no he podido detallarlos mucho, la verdad no recuerdo el tono exacto que tenían cuando la conocí. Al menos siguen siendo azules, solo que como más profundos. He pensado en preguntarle a los chicos si ellos han visto o sentido diferente a su madre, pero me da un poco de pena. No quiero que crean que estoy loco o algo así, luego dejen de pasar tiempo conmigo, ellos me caen muy bien. Me siento mejor con ellos que con cualquiera de los otros chicos de aquí.
Annie dijo que nunca antes había escuchado algo así, ni en este mundo ni en el de los vivos. Bob bromeó diciendo que quizás la estaba poseyendo algún espíritu, luego Annie lo golpeó con el trapito de limpiar los vasos, y nos fuimos al Britán. Creo que no lo dije en cartas anteriores, pero Annie y Bob son hermanos. Es curioso que también trabajen en barcos hermanos, ¿no? Y lo más gracioso es que creo que también tienen una prima hermana que trabaja en el Titán, ese hotel lujoso del que te hablé, pero a ella no la tratan mucho porque dicen que desde que estaba viva estaba un poco loca, cuando llegó al hotel se le alborotó la locura.
Annie también me dijo que ya comencé a olvidarla. Es verdad que no he ido al Britán tan seguido como antes, pero creo que está exagerando porque he ido todos los días. Aunque creo que más que todo, lo decía en broma para hacerme decir que la quiero. Le encanta cuando se lo digo. Como siempre, te extraño. Espero que todo esté bien en casa, que padre haya podido solucionar su problema de dinero con el señor del cabello gracioso, justo hoy recordé eso. Te he extrañado últimamente mucho más que antes, pero en parte he aprendido a afrontar todo esto de mejor manera. Te quiero mucho, mami. Tu hijo, James.
Querida madre, hoy fui a ver de nuevo a los chicos, Paul y Neo. Tienen un par de días tratando de enseñarme bien su juego inventado, aún no he terminado de entenderlo, pero dicen que ya pronto lo haré, luego les conté que algunos chicos aquí se dedican a explorar el lugar en busca de cosas nuevas que hayan aparecido. Dicen que cada barco que se hunde en el mundo real aparece luego aquí con todo lo que llevaba, a veces con personas y otras veces no, por eso ellos siempre andan buscando todo lo que se hunde y llega aquí. Al saber eso, Paul y Neo me pidieron que los llevara a encontrar cosas nuevas, la señora Beth me dijo que estaba bien, con una gran sonrisa al ver la emoción de los chicos, pero una vez más volvieron las cosas raras.
Cuando le dijimos que iríamos a explorar, la señora Beth estaba feliz. Pero al volver, estaba muy molesta, regañó a los chicos. Yo no supe cómo reaccionar, aunque tampoco me dio tiempo de hacerlo porque ella cerró la improvisada puerta del barco, me quedé afuera escuchando sus gritos. Las mismas palabras que Amber le decía a Frank y Oliv. No les gritó de la misma forma, claro, pero sí usó las mismas palabras.
También es curioso que los chicos me contaron que han notado a la señora Beth diferente. No fue necesario que yo se los preguntara, ellos solitos me dijeron que ya ha pasado un par de veces que cambia de humor tan repentinamente que parece incluso que fuese alguien más. Me contaron que en vida era mucho más cariñosa, nunca antes los había regañado como lo hace ahora. De hecho, según algunas historias que me contaron, se parecía mucho a ti. Me dijeron que en las noches les daba un beso, los arropaba para irse a dormir; que los ayudaba a vestirse, siempre se aseguraba de que estuvieran lo más presentables que se pudiera, se sentaba con ellos a la mesa, aunque no comiera con ellos. A veces solo los acompañaba mientras comían, que muchas veces inventaba historias para ellos, para entretenerlos, otras veces ambos se sentaban a escuchar historias sobre sus familiares más viejos, historias graciosas o para enseñarles ciertas cosas.
Pero desde que llegaron aquí, no he visto que la señora Beth hable mucho con ellos. Hay veces que lo intenta, pero hay otras que busca encerrarse en su parte del barco totalmente sola, como desconectada de este mundo. Sin embargo, hoy la escuché hablando sola. Estábamos afuera del barco, jugando a las escondidas, encontré un buen sitio justo debajo de la ventana de su cuarto. No sabía que lo era hasta que ya estaba bien escondido. Sin querer, escuché cuando estaba diciendo algo sobre los niños, pero no parecía su voz. De cierta manera, me sonó más a la de la señora Amber, pero no hablé mucho con ella para saberlo. Lo que más recuerdo son sus gritos, pero la señora Beth estaba más bien susurrando, por eso no pude entender muy bien lo que decía… solo que no era nada bueno. No he querido contarle a Annie nada de esto, pero comienza a sospechar porque he estado algo callado las últimas veces que he ido. Ahorita en un rato iré a verla al Britán, así que debo pensar qué otra cosa contarle. Espero que las cosas vuelvan a la normalidad pronto y se solucione este misterio. Mañana voy a volver a buscar cosas nuevas con los chicos, esta vez por sugerencia de la señora Beth, sí, muy loco, ¿no? Luego los llevaré a la biblioteca para mostrarles un libro que creo que les va a gustar. Es sobre un chico que descubre que es un hechicero y vive aventuras increíbles. Lo encontré hace mucho tiempo y lo doné a la biblioteca luego de leerlo. Será como una sorpresa, espero que les guste. Como cada día, te extraño. Aunque Annie tenía razón, estas cartas me han hecho sentirte un poco más cerca, aunque no reciba respuesta. De todo corazón espero que estés bien, disfrutando de tu vida. Te quiero mucho. Tu hijo, James.
Querida madre, ayer y hoy han pasado muchas cosas, aún estoy tratando de entenderlas. Para empezar, ayer cuando iba a ver a Annie al terminar de escribir tu carta, vi que había un gran alboroto en el Olán, pero no quise acercarme a preguntar qué había pasado, solo vi a un nuevo pirata ir tras ese otro capitán, le dicen «el viejo ajá» porque siempre dice «ajá», pero tengo entendido que su nombre es Bastian. Como sea, este nuevo pirata tenía unos lindos aros morados colgando de las orejas y una cuerda muy gruesa amarrada a la cintura con la que sostenía sus pantalones. Tropezamos por accidente cuando yo iba entrando al Britán pude verlo más de cerca.
Pensé que me gritaría o algo así, como suelen hacerlo algunos de los otros piratas, pero solo me observó un instante, me dijo que tuviera más cuidado mientras limpiaba un poco mi hombro. Fue un gesto raro, pero se sintió bien. Todo terminó normal. Hoy el día también comenzó como cualquier otro, aunque la neblina blanca tardó en pasar a azul por completo. Yo estaba observando con atención porque quedé con los chicos de vernos cuando eso pasara, así que fui a verlos como acordamos. En el camino volví a ver a ese pirata nuevo, pero no me atreví a acercarme porque tenía cara de molesto. Continué caminando hasta llegar al barco de los chicos, pero desde un par de barcos antes pude escuchar el escándalo. No sé bien por qué empezó todo, pero estaban discutiendo. Esta vez ya no eran solo los gritos de la señora Beth los que se escuchaban, sino también los de Paul. Corrí, llegué justo cuando comenzaron a forcejear o por lo menos esa fue la impresión que me dio. En el momento no supe qué hacer, me paralicé, hasta que vi a Neo en un rincón llorando. Me acerqué a él para tratar de sacarlo de allí, pero comenzó a gritar. Traté de calmarlo, en ese momento entró el pirata nuevo, aún no sé cómo se llama, separó a la señora Beth y Paul. Al hacerlo, alguien rompió su camisa y el collar que llevaba dentro quedó a la vista de todos. Luego de todo pude ver que era una pequeña pluma de un metal morado, como el de sus aretes. Esta pluma rozó la piel de la señora Beth se puso como loca, comenzó a gritar cosas de «sus hijos» pero realmente no eran Paul y Neo, tampoco era la señora Beth.
En ese momento pude ver a la señora Amber hablando a través de ella. Sé que era ella porque en algún momento los llamó Frank y Oliv. Eso confirmó mis sospechas, la señalé mientras decía «está poseída». Fue lo que se me ocurrió. El nuevo pirata se abalanzó sobre ella, pude ver cómo su cabello se oscurecía cada vez más, como me imagino que lo hizo todos estos días, haciéndose más corto también. Paul se acercó a ver que Neo estuviera bien, en ese momento, frente a nuestros ojos, la señora Beth soltó un grito muy feo, como si la estuvieran matando, irónico ¿no? Vimos un humo negro que comenzó a salirle por los oídos, la nariz y la boca. Casi podría jurar que vi la cara de la señora Amber en ese humo, pero es una locura. Aunque toda la historia es una locura. Luego de eso, el nuevo pirata volteó a vernos, nos preguntó si estábamos bien, le dijimos que sí. La señora Beth estaba como desmayada frente a él. Paul y Neo se acercaron preocupados, aunque con miedo, pero cuando la revisaron vieron que su cabello y sus ojos habían vuelto a la normalidad, así como su dulce tono de voz cuando los llamó «cariño» y los abrazó. Se abrazaron fuertemente. No me di cuenta cuando el nuevo pirata se fue. Salí del barco, lo vi caminando a lo lejos, pero en lo que iba a ir tras él para agradecerle por la ayuda, la señora Beth me llamó y me abrazó también. Fue como abrazarte a ti, de una manera que no logro entender aún.
Al soltarme, me dio las gracias y me llamó «cielo» una vez más antes de comenzar a convertirse en niebla blanca. Creo que fui el único que se dio cuenta, porque en lo que me volví para decirle a los chicos, pese a que no me salían las palabras, vi que ellos también ignoraban por completo que se estaban convirtiendo en niebla blanca. Solo se abrazaron dulcemente frente a mis ojos y desaparecieron. Así sin más. No sé qué hacer ahora. Sé que quizás nadie me crea, incluso Annie. Quizás Bob me moleste con sus bromas mucho más que antes. La verdad también quisiera desaparecer, pero en el fondo de mi corazón, si aún tengo uno, me gusta pensar que algún día volveré a verte, no creo que eso pase si desaparezco de aquí también. Así que seguiré esperando. Intentaré hablar con el nuevo pirata. Hay algo en él que hace que me sienta protegido, incluso antes de que llegara para salvarnos. Creo que fue su amuleto de la pluma lo que hizo que el espíritu de Amber saliera de la señora Beth, pero quizás padre tenía razón, han sido demasiados libros de historias después de todo. Como siempre, te extraño. Ahora mucho más. Pero ya entendí y acepté que debo esperar. Sé que te volveré a ver, lo siento muy dentro de mí. Te quiero mucho mami. En serio lo hago. Tu hijo, James
