Cuentos de temporada

2023-09-01 Víctor Soto

Carry you

 La complexión de ambos mundos marcaba la distancia entre el uno y el otro…

En Arthyom, tierra de fauna y montañas, su batalla a ganar tomaba lugar, pues intentaba conectar esas vidas. ¡Qué triste que toda batalla a ganar toma su tiempo!

Puede que sea un punto a favor o en contra, pero no todos marchamos por senderos inhóspitos, ya que muchas almas en el camino anhelan compañía, alguien en quien recargarse cuando sus pies no pueden andar ni un poco más.

—Autumn…

Al inicio de toda historia, un simple nombre puede bailar frente a nosotros con vaga relevancia, pero son los movimientos del propietario quienes nos maravillan con su esencia y, por ende, sin poder evitarlo, le entregamos el escenario de nuestro corazón para su espectáculo, donde los únicos en la audiencia somos nosotros, ya que, a veces, el egoísmo nos mueve y compartir no es una opción.

—Spring…

Pero ellos rompieron la ley, pues no conectaron en alegres presentaciones de baile, sino mostrando su versión más oculta, la cobarde, aquella que una sociedad no apoyaría jamás, empapada por la tristeza del cielo, abrumados por la carga de su día a día.

—¿Confiarías en mí? Yo podría ayudarte.

¿Cómo negar tan tentadora oferta? Aún más cuando no tienes abrigo y las gotas cristalinas te hacen tambalear. ¿Podrías extender tu mano a alguien que desconoces?, ¿qué te asegura que el café de sus ojos no es un simple telón que oculta un daño mayor?

«Pero tengo frío, y por los senderos de la montaña, me he extraviado… sus intenciones se ven honestas».

—¿Bajarías la montaña conmigo, sin hacerme daño?

El problema de la confianza es que solo el tiempo es capaz de asegurarte si tomar la decisión de dejar que alguien entre a tu vida fue correcta o no. Pero todo depende de ti y de lo dispuesto que estés en arriesgarte.

Cuando alguien ofrezca el refugio de su paraguas y un camino seguro de vuelta a casa, ¿aceptarías su proposición para comprobar si sus palabras son ciertas o te quedarías en soledad bajo las lágrimas del cielo sin un camino claro?

—Por supuesto —dijo con su mano extendida.

—Entonces, acepto —Su mano tomó y un puesto a su lado guardó.

¡Qué cruel es la vida y cómo puede torcer un deseo puro en catástrofes con cielos oscuros!

Arthyom se divide en dos partes; el pueblo al pie de la montaña y el centro en las zonas más altas, formado por un conjunto de cabañas de roble, donde un grupo pequeño de habitantes existe.

—¿Cómo perdiste tu sendero de vuelta al pueblo? —preguntó Autumn mientras aún sostenía su mano.

—Cuando ocurre una catástrofe, seguir el camino de los hechos es todo un reto. Ya no recuerdo cuál fue el mío, solo sé que fue en busca de una amiga perdida, pero, milagrosamente, ella encontró el camino de vuelta y yo no.

—Yo te encontré, y ahora ya todo está bien…

— ¿Disculpa?

—Te he encontrado, aunque no soy un príncipe dorado conozco el camino a casa. No busco herirte ni confundirte. Te pido que te relajes, pues solo quiero ayudarte.

¿Lanzar tu corazón como carnada al mundo es un acto de temerarios o de seres irracionales? No lo sé. Ese aroma suele llamar depredadores, pero tal vez, esta ocasión, las súplicas de Spring, expuesta al mundo y sin protección alguna, llamaron a un fiel aliado con quien explorar.

—Gracias…

 Birthplace

—Sin ofender, pero, ¿no podríamos subir la montaña cuando el sol no calcinara nuestra carne?

—Si no te gusta puedes volver…

—Pretende que no dije nada…

—¿A dónde me llevas, Spring?

—A mostrarte el corazón de la montaña.

Ser afortunado de tener una conexión con un corazón puro es algo fuera de esta dimensión; aunque pocos son tan brillantes como para apreciarla o valientes como para atravesar el sendero que lleva hasta ella, tristemente casi nadie sobrevive al camino en su oscura cueva.

«¿Sobreviviré el tramo desde aquí hasta allá para ver cada fibra de tu verdad? Solo sé que no quiero soltar tu mano».

Trazaron su camino entre lianas y rocas, marchando sobre superficies inclinadas; ambos ofreciendo su ayuda cuando el otro se veía en algún problema o simplemente era incapaz de hacerlo solo… mostrando que juntos sus horizontes se expandían.

—¿Qué le ocurrió a tus anteojos, Autumn? —preguntó Spring ajustando su gorra en su colorido cabello. 

—Tienen una grieta en el lente izquierdo, mmm bueno, la culpa recae en mi amiga Winter. Su broma llegó un poco lejos ayer cuando nos vimos y ella los sostuvo muy fuerte. Winter no conoce límites.

—Esa amiga tuya debería ser más amable…

No es un asunto relevante, al menos ya no. Pero si Spring supiera que dicha “broma” comenzó con su nombre y malos comentarios hacia él por parte de esa amiga.

Incluso sin intentarlo, al nacer una nueva vida de dos opuestos, nadando en la pureza y los buenos sentimientos, galaxias cercanas colisionan en celos, no todos gozan de los mismos privilegios.

—¿Qué nos espera al otro lado? —Autumn se removió con incertidumbre al ver la entrada al corazón de la montaña.

—La cueva puede ser tenebrosa, y tal vez encuentres insectos, y es posible que la luz sea escasa, pero los tesoros ocultos en el interior valdrán cada paso que des para llegar allí —Spring no dudó, aunque temía que su acompañante abandonara la aventura. 

«Por favor, no dudes en este momento».

Cada paso que des, cada oportunidad que ignoras, e incluso las desgracias que te abordan  son las que te dirigen a algún lugar especial. La cuestión es que en ese momento avanzaste con pavor, y he de contarte que esa es una nota que no puedes evitar en tu acorde. Puedes presentar argumentos sin seguridad en tus textos, pero hacerlo no te quita mérito, ¿verdad?

La valentía se basa en los hechos, no en el pensamiento de algo que aún no ha comenzado.

—Si te pidiera que continuaras por mí, incluso cuando la oscuridad te aterroriza, ¿lo harías?, ¿cumplirías mi deseo?, ¿confiarías… en mí?

—Confío en ti…

Los primeros pasos dentro de la cueva te parecerán sencillos, ya que aún ciertas fibras aclaran tu camino.

—No soltaré tu mano.

Sin embargo, con cada paso más lejos de la entrada, mantener la calma se vuelve complicado.

—¡Ten cuidado!

—¡Casi tropiezo por tu culpa!

Si se apoyan el uno en el otro, tal vez salgan victoriosos.

—Ven, sigamos paso a paso.

—No aceleremos.

Desafortunadamente, los cuentos de hadas no se alinean con la realidad, y del camino ambos se separarán.

— ¡¿Spring, sigues mi voz?!

— ¡Autumn, apenas puedo oírte!

Pero siempre hay formas de encontrar el camino de regreso. Primero, serán pequeños destellos en sincronía siguiendo una melodía los que te indicarán el camino, luego, ráfagas de aire ensancharán tu pecho y por último escucharás el chapoteo de las aguas que confirman tu llegada al centro, o mejor dicho, al corazón de la montaña. En ese momento, sabrás que la aventura valió la pena. En el reflejo de las aguas, puedes ver la verdad.

—Te encontré…

—Te he encontrado…

Víctor Soto

Mi nombre es Victor, alguien que busca en las fantasías el alivio de las letras. Un joven que descubrió el valor del papel y la tinta una noche cuando en el exterior se destruía. Todo ocurrió en pandemia; poco a poco mis recursos se fueron acabando y entretenerme con tanto tiempo libre se hizo una tarea dificil; ahí es donde el mundo literario llega a mi, finalmente haciéndome sentir comprendido, amado y llenando mi ser de anhelo por poseer algo similar. Sin embargo, en ese momento no lo sabia. Todo eso creció y creció hasta que mi fuerza de voluntad cedió, y heme aqui... Amo todo tipo de genero, aunque he de admitir que aquellas historias con misterio me atrapan completamente. Me queda un largo camino que recorrer, y tengo miedo de cometer errores, pero eso quiere decir que estoy en el camino correcto...